Con su proyecto site-specific para la Sala Santa Rita de Roma, Se non vedete segni o prodigi, non credete affatto, Anahi Mariotti parte del análisis arquitectónico e histórico de la iglesia desacralizada de Santa Rita para pasar a una reflexión más amplia sobre el concepto de milagro en la época contemporánea, un fenómeno que elude la refutación científica al transmitirse a lo largo del tiempo según los códigos de la cultura dominante.
La obra parte así del estudio del espacio arquitectónico como contenedor de creencias, vehículo de rituales y narraciones, y en particular del suelo de la Sala, un damero hexagonal de mármol diseñado a modo de colmena, elemento que alude a los atributos simbólicos de Santa Rita.
En cada lugar se busca la relación con las personas que habitan el espacio. El artista se sumerge en un entorno y asimila todas sus vibraciones registrando lo que sucede en el interior del cuerpo a través de los latidos del corazón.
Desde el suelo se eleva la esbelta estructura metálica con tejidos articulados que invaden el espacio y se dejan atravesar por él, la obra es un sutil juego de interconexiones cuya posible evolución consiste precisamente en la reciprocidad de sus elementos.
Para romper el carácter esquemático de la celosía, Anahi coloca imperceptibles y preciosísimas abejas de bronce entre las mallas de la estructura, un intento de devolver a la presencia lo que normalmente se relega a la ausencia.
Se ha escrito sobre esta obra: La abeja y la rosa. Para una eficaz instalación en Roma by Lori Adragna.